Resumen de la parashá: El libro de Vaykrá concluye con el fragmento en que Moshé contrapone las diferentes actitudes que seguirán a la obediencia o la contravención a los mandamientos divinos. La adhesión a las leyes se traduciría en prosperidad y paz para el pueblo. Por otro lado, la contravención a las leyes de D's conduciría a la catástrofe.
Luego, se analizan previsiones para aquellos que han hecho la promesa de contribuir al Santuario.
La parashá concluye enfatizando que "éstos fueron los mandamientos dados por Hashem a Moshé en el monte Sinaí".
Comentario: En la presente parashá accederemos a la finalización de la lectura del tercer libro de la Torá -Vaykrá o Levítico.
La Parashá Bejukotai (que significa "En mis Leyes"), comienza diciendo: "si anduvieres en mis decretos y guardares mis mandamientos, y los pusieses por obra, yo daré vuestra lluvia a su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo florecerá. Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra. Y yo daré paz en la tierra. . . (Vaykrá 26: 3-6.)
Las bendiciones mencionadas en esta Parashá abarcan -por así decirlo- todos los aspectos de nuestra existencia humana: el económico "y comeréis vuestro pan hasta saciaros"; el de la seguridad "y yo daré paz en la tierra"; y por supuesto el de la faz espiritual: "...Y habitaré entre vosotros, y no os despreciaré". En síntesis, un comienzo muy auspicioso, con bendiciones sumamente relevantes.
Pero después de describir las muchas bendiciones que vendrán como resultado de la fidelidad, la Torá se explaya en las trágicas consecuencias de la desobediencia a las leyes divinas. Dos veces en la Torá (en esta Parashá y nuevamente en Deuteronomio, en la Parashá Ki Tavo), encontramos una descripción detallada de estos "castigos", llamados "Toshasha" por no seguir la Torá .
A pesar de todas sus infidelidades, D's no rechaza a su pueblo. La Torá dice: "Y aún con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los echaré, ni los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque Yo Adonai soy su D's. Antes me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto a los ojos de las naciones, para ser su D's. Yo Adonai.(Vaykrá 26:44-45).
No podemos nunca decir que D's ha rechazado su pueblo u olvidado su pacto con ellos. El Señor siempre ha permanecido fiel a su pueblo. Como dice el Rabí Shaul en Romanos 11:29 "Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de D's". Vale aclarar que esto no significa que todos en Israel serán salvo. D's ha trabajado siempre con un remanente y todavía hoy hay un remanente fiel en Israel.
Ojalá nosotros podamos ser fieles a las leyes divinas y experimentar las bendiciones de la obediencia en nuestras vidas, ahora y hasta la venida del Mashiaj.
¡Shabat Shalom!!!